A pesar de la creación de la vacuna para prevenir el cáncer cervicouterino, el tamizaje siendo la mejor opción para su detección temprana.
Prácticamente la totalidad de casos de cáncer cervicouterino (99%) están vinculados con la infección por el PHV. La infección suele resolverse espontáneamente sin necesidad de tratamiento en cuestión de unos pocos meses y no causa problemas perdurables.
La primera vacuna para prevenir las infecciones más comunes por el VPH que causan cáncer salió al mercado en 2006. Desde entonces, más de 120 países han autorizado su uso y 33 la han incorporado a programas nacionales de vacunación dirigidos a chicas adolescentes como Aisha.
Sin embargo, incluso en los países de ingresos altos un programa de vacunación semejante no elimina la necesidad del tamizaje porque las vacunas actuales solo protegen contra los tipos del VPH que causan aproximadamente el 70% de los casos de cáncer cervicouterino.
En vista de que la mayoría de las personas se infectan con el VPH cuando empiezan a tener relaciones sexuales, para lograr los mejores resultados hay que vacunar a los jóvenes antes de que inicien la actividad sexual.
En el mundo en desarrollo, el examen citológico de Papanicolaou ha sido el método de tamizaje corriente por casi 50 años, pero para efectuarlo hay que contar con servicios de laboratorio de buena calidad y una infraestructura eficiente que permita el transporte rápido de los frotis. «En los países en desarrollo no hay citólogos suficientes», comenta la doctora Nathalie Broutet, funcionaria de la OMS.
En muchos países africanos se ha optado por practicar la inspección visual con ácido acético (IVAA), una prueba barata y sencilla según la cual un agente sanitario aplica una solución diluida de ácido acético (vinagre) al cuello uterino y lo examina para ver si el tejido anormal se tiñe temporalmente de blanco.
El cáncer cervicouterino es uno de los temas del orden del día de la reunión de alto nivel de las Naciones Unidas sobre las enfermedades no transmisibles en Nueva York. En uno de los documentos de trabajo distribuido a los formuladores de políticas asistiendo a la reunión se recomienda el tamizaje del cáncer cervicouterino mediante la IVAA y el tratamiento de las lesiones precancerosas como la «mejor inversión», pues se considera que representa una utilización muy rentable del dinero destinado a la sanidad. En efecto, cuesta menos de US$ 0,50 por persona cuando se aplica en los entornos de atención primaria de los países de ingresos bajos y medianos. Las intervenciones se consideran «muy rentables» si generan un año adicional de vida saludable por un costo inferior al ingreso anual promedio por persona
Documento realizado por:
John Jairo Granda Arcila (Médico Especialista en Auditoría en Salud)
Lina María Ramírez Bedoya (Médica Especialista en Auditoría en Salud)
Tomado de la página de la Organización Mundial de la Salud.
http://www.who.int/bulletin/volumes/89/9/11-030911/es/index.html